Hoy os vengo a hablar de las conocidas como las Mujeres Computadoras. Esas maravillosas mujeres que miraron al cielo, soñaron, y nos hicieron soñar. Porque ya sabéis que la última colección Juntas es mejor está inspirada en todos los grupos de mujeres que ya se unieron para ser imparables. Como las “Sin Sombrero“, de las que ya os hablé en otra entrada recientemente.
Espero que os guste y que os resulte tan inspirador como a mi 🙂
¿ Quién fueron las ” Mujeres Computadoras ” ?
También son conocidas como las “Computadoras de Harvard” , la historia comienza con Charles Pickering, un astrónomo estadounidense de finales del XIX y principios del XX, que por aquél entonces era el director del observatorio de Harvard.

Principalmente era catalogar todos los fenómenos del cosmos y para ello, entre otras cosas, instaló un telescopio con prismas que descomponía la luz procedente de las estrellas en una banda de colores que proporcionaba información muy valiosa sobre cada una de ellas.
Pero los datos fueron acumulándose en su mesa así que decidió contratar a un grupo de mujeres para analizar todos estos datos, en una época en la que la ciencia, y casi todas las profesiones en general, eran cosa de hombres, ya que ellas estaban relegadas al ámbito doméstico, éstas mujeres fueron un punto clave en los incipientes descubrimientos astronómicos.

Ellas hacían un trabajo tedioso y mecánico, en el que contaban y clasificaban, y de hecho, consiguieron recopilar datos sobre millones de estrellas. Aún así, su trabajo no era igualmente valorado como él de sus compañeros hombres, sus salarios eran similares a los de los trabajadores no cualificados. Tan sólo ganaban entre 25 y 50 centavos la hora. Sin embargo, gracias a su esfuerzo y sacrificio, hicieron grandes descubrimientos y aportaciones que sentaron las bases de la astrofísica moderna.
Algunas personas con mala intención les apodaron el “Harén de Pickering”. Sin embargo hoy se las conoce como “las calculadoras de Harvard”. Gracias a estas mujeres valientes, que nadaron a contracorriente en una época gobernada por los hombres conocemos de que está hecho el universo.

Las razones porque las que Pickering las contrató fueron varias, entre ellas que era mucho más económico contratar a mujeres que a hombres. También que el observatorio de Harvard estaba financiado por la fortuna de Henry Draper, ya fallecido. Así pues, quien dirigía los fondos era su sobrina, lo que hizo pensar a Pickering que si contrataba a mujeres sería más fácil contar con su apoyo económico. Además él era consciente de que las mujeres eran mucho más pacientes para realizar ese trabajo tan tedioso. Por eso recibían el nombre de las computadoras de Harvard, porque su trabajo era comparable al que hacen hoy en día los ordenadores.
A pesar de que fue de los primeros en confiar su trabajo a mujeres, las razones y su forma de ser, como muchos decían, eran machistas. Mucho de los logros de este grupo de mujeres se los atribuyo él, aunque después la historia les ha dado la razón.

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Me llamo María y mi marca Crisálida.
Crisálida son ideas transformadas en diseños de todo tipo, con los que te invito a soñar y te cuento historias en cada colección a través de ellos.
Aquí encontraréis la puerta que abre mi casa, con pequeñas reflexiones del proceso que ya forma parte de mi vida.

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